Utilizamos esta sesión para la práctica de la meditación, seguimos estas palabras. Elegimos siempre una postura que sea cómoda, no dudes en reacomodarla si lo necesitas. Siéntete libre de dejar los ojos abiertos, respira normal y preferiblemente profundamente. Le decimos al cuerpo que se relaje. Nos recordamos que en este momento, en este lugar, somos invitados. Somos invitados en esta casa, y como invitados no somos dueños de nada allí. Así que no perdemos nada, experimentamos la ligereza del invitado, experimentamos la seguridad del invitado.
Recordamos que somos invitados en este planeta, las almas son incluso invitados en este cuerpo, y como invitados no somos dueños de nada en este planeta, así que no podemos perder nada, no somos dueños de nadie en este planeta. No perdemos a nadie, experimentamos la ligereza de un invitado y la seguridad de un invitado. Vemos a este invitado, el alma, en la forma de una estrella consciente, viviente. Sólo una imagen, pero es importante saber que esta estrella diminuta es distinta, es de un mundo diferente. Es por lo que aquí son invitados, y están asociados temporalmente con muchas cosas de este mundo. Asociados temporalmente con el cuerpo y a la gente, con los objetos. Vemos la realidad de esto y vemos que este observador e invitado es la persona real, él es mi forma verdadera. esta diminuta estrella viviente es nuestra forma verdadera, la única forma. Vemos la realidad de esto, vemos la maravilla de esto.
Ahora el invitado regresa a su mundo y en un segundo regresamos a ese cielo, el cielo más allá del cielo. Mundo de completo silencio, mundo de luz. Este mundo existe siempre. Todo el tiempo estamos viendo la realidad de esto, esto no es una meditación, éste es el hogar de las estrellas vivientes. Pertenecen aquí. Mundo de seguridad, atemporal, sin cambios, sin fin. Este es el hogar verdadero de las estrellas vivientes, nuestro hogar. Este es el hogar eterno. Este es el único hogar, este es el hogar de todos. Todos pertenecen a este cielo, pertenecen a esta familia.
Desde el cielo, miramos lejos, muy a lo lejos. Vemos la obra física, temporal, y esta gente de luz se prepara para entrar en esta obra, vienen como estrellas, siguen siendo las estrellas. Siguen siendo los invitados y los observadores. No se pierden a sí mismos en esta expansión y drama. Se recuerdan a sí mismos de la hermosa verdad. Gracias.