La situación de estos viajeros eternos es de ignorancia extrema. No se trata de sóloun poco de apego,han entrado en niveles de apego tan extremos que se han perdido a sí mismos en él.Es casi comparable a estar viendo una nube y mientras está pasando de largo crear apego a la nube, e incluso empezar a creer que son parte de esa nube. Por eso el estado de la situación actual es extremo y absurdo.
Lo mismo sucede con cada identificación. Cuando funcionamos con esta identificación, es como si estuviésemos configurados para ver todo posible peligro. Por ejemplo, cuando se reciben ciertas noticias o surge una situación e inmediatamente adoptamos la actitud y tono de voz de otros. En estas situaciones nuestras identificaciones están listas para defender o atacar. Es como los animales en el bosque, los animales están configurados para ver el peligro. Su lado derecho del cerebro está en vigilancia constante para ver dónde está el peligro. Nuestras identidades falsas se pasan la vida entera buscando peligros. El más mínimo indicio de peligro y toda su atención va hacia allí. Así es la vida.
Por ejemplo, si hay cien buenos amigos y una persona te está criticando, la mente correrá con pensamientos como “¿qué está diciendo?, ¿por qué lo dice?, ¿qué dirá mañana? Quieres averiguar más. Si estás pensando en ello, ¿cuál será el resultado? El resultado es que te pasarás la vida entera enfocado en cosas insignificantes, cosas negativas y cosas de desperdicio. Para el viajero estas cosas son de desperdicio, pero son de inmenso valor para estas identidades, el ego. Nuestro problema real está, en primer lugar ,en que creamos esas identidades. Nuestra vida misma se vuelve absurda e inútil cuando creamos estas identidades. Es como si fuera secuestrada por estas identidades.
En vez de ocuparte de tu vida y propósito, estás intentando proteger este ego. Te pasas el tiempo trabajando para obtener un poco más de alabanza por tu sombrero, un poco más de alabanza por tu coche y preocupándote por alguna pérdida o decepción. Platón utiliza el término “No sabemos que no sabemos”.
Actualmente, el mundo entero está llevando esta vida de despropósito, el mundo está en guerra por esto. Sin embargo, no sabemos que no sabemos. Ni siquiera sabemos que tenemos la opción de ser libres. Ni siquiera sabemos que es posible llevar una vida sin un constante pánico subconsciente.
El viajero puede existir sin esa nube, el viajero no tiene nada que ver con la nube, como mucho es el observador de la nube. Esto es exactamente lo que sucede, una persona consciente del alma se mantiene como un observador desapegado. Podemos llamarlo obra, está aconteciendo en la pantalla, como allí abajo. En una obra hay cambios, las cosas vienen y van, pero todo eso tiene lugar en la obra. El alma está segura, tal y como viene se va; no ha perdido nada. Nunca muere. Esta persona tiene un carácter noble, ya que cuando alguien tiene seguridad absoluta, no tiene deseos. No necesita nada de ésta historia distante, de ésta obra temporal.
Cuando no hay ninguna vibración de deseo, uno descubre la plenitud, descubre el estado de contentamiento y descubre la paz. Esta paz, felicidad, y contentamiento incondicional a la historia. Es como que uno descubre que esta felicidad silenciosa no tiene una causa, que es la naturaleza natural de uno.