La actitud crea la percepción de lo que está ocurriendo en nuestras relaciones en el drama. Si tengo la actitud de que alguien es irritante, siempre encontraré algo irritante en el comportamiento de esa persona, por lo que mi actitud es una mentalidad que determina mi experiencia de la relación.

Esa actitud de irritación, proviene de la mente del ego. La actitud del ego es de tomar y de egoísmo y se basa en los acontecimientos limitados del drama. La actitud de un ángel, mi verdadera identidad, es benevolente y altruista, de dar y aceptar. El ángel es consciente del cuadro más grande, más allá de los acontecimientos del drama.

 

Relaciones

¿Son todos ángeles?

Todos son almas y por tanto, seres angelicales y tienen las cualidades encantadoras del alma. Esta comprensión nos permite apreciar la belleza natural de la identidad verdadera de todos.

 

Drama

¿De donde proceden los gustos y los desagrados/aversiones?

Los gustos y aversiones personales vienen cuando la mente del ego se fija en el papel y no en el alma o el ángel. En un teatro, puede que nos guste Cenicienta y nos desagraden las hermanas feas, pero los actores no son los papeles que están representando. Así mismo, nosotras, las almas, somos todos actores representando nuestros papeles en el drama. De modo, que nosotras almas actores, podemos tener una actitud de aceptación hacia los demás porque comprendemos que cada alma está representando su papel con precisión y el rol que están representando no es lo que son.

 

Ego

¿Por qué tenemos gustos y aversiones?

Gustos y aversiones son opiniones del ego basadas en el drama. Las opiniones no son la verdad porque pueden cambiar. También puede que a otros no les guste lo que a nosotros nos gusta y que les guste lo que a nosotros nos desagrada. ¿Quién tiene la razón?

 

Compañía

¿Ver a un grupo como compañía indeseable es una actitud de no aceptación, es decir, de juicio y critica?

Discernir lo que está basado en hechos, nos permite evitar ser críticos. Un determinado grupo no será la elección de compañía ya que la elección se basa en el comportamiento de hechos que observamos y no es un juicio personal o crítica. Uno aun así puede aceptar como son y simplemente optar por no ir allí.